1. Antes de empezar, siempre lávate bien las manos con un jabón neutro, enjuágalas por completo y sécalas con una toalla sin pelusas antes de tocar tus lentes.
2. Asegúrate que la lente no este del lado del revés.
Coloca la lente en la punta de tu dedo índice y verifica su perfil. El lente debe asumir una forma natural, curvada, similar a un cuenco. Si los bordes de la lente tienden a apuntar hacia afuera, el lente está del lado del revés.